Dice el Cabildo de la catedral de León que los visitantes llegan a la ciudad preguntando dónde está esa cuna de la que tanto se lleva hablando en estos últimos meses en la capital. Después de la celebración estos días de atrás de la cumbre de presidentes de parlamentos autonómicos para apoyar la declaración de la Unesco de ‘León, Cuna del Parlamentarismo’, el clero ha sumado también su reconocimiento, regalándole al pueblo en la ceremonia del Foro u Oferta con motivo de la celebración de Las Cantanderas, una cuna de madera en miniatura para que, al menos, León pueda mostrar físicamente el lugar en el que se mece la democracia.
Un detalle, sin duda, si no fuera por el hecho de que el regalo iba ‘envenenado’. “Lo que se aprende en la cuna nunca se olvida y el pueblo de León aprendió en la cuna que la ofrenda es una obligación”, sentenciaba tras mostrar el obsequio el capitular Primo Lucio, representante del Cabildo de la catedral en el sempiterno debate entre clero y pueblo sobre si la ofrenda que el domingo anterior a San Froilán se realiza a la Virgen en la seo leonesa es una acto libre y voluntario como lleva sosteniendo el pueblo desde el año 844 o, si por lo contrario, es una obligación como cree la curia.
De esta forma, un año más, se ha dado cumplimiento a una de las tradiciones más arraigadas en León. El Foro u Oferta es un debate en el que pueblo y clero se enfrentan para tratarse de convencer unos a otros de la libertad u obligatoriedad de este acto, en el que se celebra la intercesión divina para apoyar al ejército de Ramiro I en su lucha contra las tropas, más numerosas, de Abderramán II, en la Batalla de Clavijo. Aquel enfrentamiento se saldó con victoria cristiana, lo que permitió la abolición del Tributo de las Cien Doncellas, cincuenta jóvenes nobles y cincuenta plebeyas, que eran introducidas por la sotadera en las artes amatorias árabes para, después, entregárselas al califa.
