Sala de Piedra

La puerta que se abre en el cuerpo bajo de la escalera, con arco carpanel, nos comunica con la primera sala, antiguamente dedicada a santa Catalina. La mayor parte de las esculturas que en ella se exhiben son de piedra, de donde le viene el nombre.

Las imágenes, casi todas de tamaño natural, pertenecen a la Catedral. Del siglo XII-XIII es la llamada "Virgen del Foro y Oferta", anterior a la existente en el claustro, cuya historia ya quedó esbozada. Ésta, de un románico más austero, conserva los ojos de azabache y se mantiene en posición hierático con movimiento forzado. De la primitiva estatuaria son las plaquetas de piedra adosadas al muro norte, enmarcadas bajo arquillos de herradura, algunas de las cuales aún tienen la policromía original. Representan a dos obispos, al Salvador bendiciendo, una Dama con un niño sobre el vientre, san Pedro y san Pablo, etc.; todas del siglo XII. Del siglo XIII es la Virgen con el Niño, traída de Mansilla de las Mulas, con rasgos de un goticismo arcaizante y robusto aún; preside la sala desde la pared frontal. De mayor calidad es la escultura de san Gabriel, claramente francés, que formaba grupo con la Virgen de la portada meridional del templo; sus ojos grandes y rasgados, su boca abierta, su sonrisa, le dotan de un realismo y gracia especiales; también es del siglo XIII, como las imágenes de tamaño natural de san Isidoro, vestido de pontifical, y del rey Ordoño II, desenvainando la espada y pisando sobre un león. Del siglo XV es santa Catalina, totalmente policromada, que muchos historiadores asocian a la obra de Mercadente; llama la atención la riqueza de sus vestidos ajustados, la elegancia de su movimiento, la armonía de sus formas y la gracilidad de sus cabellos ondulantes; porta libro y rueda del martirio.

Es verdaderamente excepcional el enigmático grupo de un rey caballero frente a la reina, que podría tener relación con algún rey cristiano, émulo de Constantino, en su lucha contra los enemigos musulmanes.

Al lado de todo lo anterior, figuran tallas de madera policromada de gran interés, como la de santa Catalina, procedente de Villagallegos; un frontal del altar, pieza única por su tipología, donde se relatan historias relacionadas con el apóstol Santiago; dos imágenes sentadas de la Virgen con el Niño, ambas góticas, una de la Catedral y la otra procedente de Solanilla, además de otras obras de valor arqueologista, como dos columnas de bronce, cálices de estaño, crucifijos, etc., de los siglos XI al XIV.