Historia Organería KLAIS

En 1882, cuando todavía los carros de tracción animal dominaban las calles y la electricidad era apenas conocida, Johannes Klais ( 1852-1925) fundó su taller de organería. Por aquel entonces, Johannes Klais acababa de cumplir 30 años y ya había desarrollado una notable carrera. Todo comenzó con su aprendizaje en el taller de Wilhelm Bertram, un organero de Engers/Neuwied. Johannes Klais transmitió a sus descendientes de las generaciones siguientes su fascinación por la sublimidad, así como por la complejidad y diversidad de este grandioso instrumento, que tiene como caja de resonancia nada menos que todo el recinto del edificio. Johannes Klais tuvo que viajar para ampliar sus conocimientos. Primero a Estrasburgo donde colaboró con el organero Johann Heinrich Koulen; viajó después por el sur de Alemania y finalmente por Suiza y Francia. En Bonn, Alemania, se instaló primero en un pequeño taller hasta que unos años después construyó un gran edificio, no lejos de aquel primero, en la calle Colonia, Kölnstrasse, e instaló en él su nuevo taller. La Kölnstrasse está cerca de la casa donde nació Ludwig van Beethoven. Desde entonces hasta nuestros días este taller ha sido la vivienda y el lugar de trabajo de la familia Klais.

Los primeros instrumentos de Johannes Klais son de factura tradicional, secretos de correderas y tracciones mecánicas de notas y de registros. Pero no se ha producido aún el cambio de siglo, cuando comienza a dar un gran impulso nuevo al arte de la organería con la creación de juegos de alta presión de doble boca, así como con la construcción de secretos de válvulas cónicas comandados neumáticamente. Ya en 1906, secundado por su hijo de 16 años, Hans, desarrolla un teclado eléctrico para los órganos.

Su objetivo era la construcción total del instrumento en su propio taller. Compraba sólo materias primas, madera en tronco tronzado a raja, así como estaño y plomo en lingotes. Él mismo los fundía para transformarlos en plancha para los tubos. Esta práctica continúa inmutable en la construcción de los órganos Klais hasta la fecha.  Johannes Klais no empleaba sólo organeros. La plantilla de su taller incluía también escultores y tallistas de madera. Con el trabajo de éstos creó Johannes Klais aquellas cajas neogóticas, tan ricamente decoradas, tan típicas de aquella época. Esta tradición de cubrir todas las áreas de la construcción del órgano en su propio taller no ha cambiado desde aquellos tiempos.

En 1925, Hans Klais (1890-1965) toma posesión del taller. En su haber figuran muchos inventos en el campo de la organería. Mantuvo un estrecho contacto con los arquitectos de la Bauhaus e ideó lo que se llamó Offene Prospekte (fachadas abiertas) que hacía visible desde el exterior toda la estructura del órgano. Este tipo de instrumento prescindía de las cajas y de los tubos de fachada. Los tubos, ordenados desde los más pequeños delante hasta los más grandes detrás, quedaban completamente al descubierto y libremente visibles desde la sala. Este nuevo concepto arquitectural del instrumento fue después copiado por muchos organeros, incluidos algunos de los EEUU. Bajo la dirección de Hans Klais se desarrolla el diseño ergonómico de las consolas, que aún hoy siguen representando una parte característica de los órganos Klais. La relación de instrumentos construidos por Hans Klais incluye órganos en Bélgica: entre otros, los de las Catedrales de Gante y Brujas. El primer órgano construido por Hans Klais después de la Segunda Guerra Mundial resonó en la celebración del 700 aniversario de la Catedral de Colonia: este órgano fue terminado en 1948 y, dos generaciones después, reorganizado en 2002, dirigiendo ya el taller su nieto Philipp Klais.

Al igual que Hans Klais, Hans-Gerd Klais (nacido en 1930) crece en el taller. En 1965 empuña las riendas y retorna a los procedimientos de su abuelo: secretos mecánicos. Hans-Gerd Klais desarrolla una síntesis entre el órgano polifónico y el sinfónico, combinando para ello un sonido transparente, primordialmente barroco, con el amplio sonido orquestal del período romántico tardío. En 1969 ya había sido creado bajo su dirección el famoso órgano de la Catedral de Wüzburg, al que siguieron los órganos de  la Catedral  de Trier (1974), Ingolstadt (Catedral Unserer Lieben Frau, 1977), Berlín St. Hedwig (1977), Limburg (1978), Graz (1979), Altenberg (1980), Worms (1985), Münster (1987) y Hildesheim (1989).

Su hijo Philipp C.A. Klais (nacido en 1967), también creció en el taller entre el olor de la madera y los hornos de fundición. Estudió en Alsacia, en Alemania y en ultramar. Inicialmente y durante varios años trabajó en estrecha colaboración con su padre antes de tomar la dirección del taller personalmente en 1995. Ideas jóvenes se unieron a muchos años de experiencia. Con su joven equipo la cuarta generación Klais se dedica a construir instrumentos de fuerte personalidad propia y de refinadas características sonoras y estéticas.

Cuatro generaciones han vivido y continúan viviendo hoy en el taller, en el centro de Bonn, Alemania. Hace tiempo que el equipo se ha transformado en una gran familia. Además, mediante los actuales medios de desplazamiento y comunicación, el campo de trabajo se ha ampliado hasta abarcar todos los continentes.

A su trabajo de construcción y restauración de órganos litúrgicos, de iglesia, hay que añadir que el equipo de Klais ha acumulado durante los últimos años una gran riqueza de experiencia y reputación a nivel mundial en un tercer campo de actividad: la construcción de órganos de sala de conciertos en edificios arquitectónicamente sensacionales. Órganos Klais suenan ahora para los visitantes de la Filarmónica de Munich, la Filarmónica de Colonia, la nueva Filarmónica “Megaron” de Atenas, la nueva Sala Sinfónica de Kyoto, Japón, la Filarmónica de Cracovia y la Sala Georg Friedrich Händel de Halle, Alemania. El sonido único de los órganos Klais puede también ser apreciado por la audiencia en la Sala Sinfónica de Birmingham, Gran Bretaña, y en las torres gemelas más altas del mundo, las Torres Petronas de Kuala Lumpur, Malasia. La lista se completa por todo lo alto con el nuevo órgano de sala de conciertos para la Sala “Overture” en Madison, Wisconsin, EEUU. Así como también con la reorganización y restauración del órgano Walcker de la Filarmónica de San Petersburgo, Rusia.

El futuro prevé órganos para el Gran Teatro Nacional de Pekín: situado en el centro de la ciudad, contiguo a la Ciudad Prohibida en la Plaza Tiananmen (Puerta de la Paz Celestial); una imponente estructura de cristal está siendo construida para esta sala de conciertos extraordinaria. En Caracas, un órgano Klais nuevo de sala de conciertos acompañará la joven orquesta de Venezuela, un proyecto de orquesta especialmente brillante, bajo los auspicios de Sir Simon Rattle.

Sólidamente fundamentado en el conocimiento exhaustivo de materiales, acústica y diseño, el taller ha adquirido en las pasadas décadas un reconocimiento internacional en el campo de la restauración de órganos. Una vastísima  experiencia de más de 120 años construyendo órganos, permite a Klais restaurar instrumentos originalmente construidos en el siglo XX, XIX, XVIII, e incluso en el XVII, cuidando hasta el último detalle al más alto nivel.

La restauración de tan valiosos instrumentos proporciona al mismo tiempo una inestimable pericia de inmensa trascendencia para la construcción de órganos modernos o contemporáneos. En el transcurso de los últimos años, se ha culminado el instrumento de la Iglesia Hallgrims de Reykiavik, Islandia, así como el órgano de la Iglesia Agustiniana de Würzburg, el órgano mayor y el de coro de la Catedral de Bad Säckingen, el órgano de la Iglesia Abacial Bath Abbey de Gran Bretaña, como también el órgano de la nave central de la Catedral de Colonia, la catedral más grande de Alemania. Ser capaces de producir en el taller de Bonn todas las partes del instrumento ha sido un excelente y necesario prerrequisito, aplicable a los tubos labiales, así como a los de lengüetería, a la caja del órgano, a los secretos, a los conductos del viento, a las mecánicas, a la consola y a los pulmones del órgano, o sea a la fuellería.

“Un instrumento construido bajo estas condiciones es el resultado de un equipo de trabajo bien entrenado,” explica Philipp Klais. “Para nosotros tiene un gran valor que un equipo acompañe continuamente al órgano, desde el corte de la madera hasta el montaje final en su emplazamiento.” Basados en la experiencia adquirida en más de un siglo de trabajo en el taller, artesanía tradicional y sabiduría acumulada en los trabajos de restauración se combinan con la arquitectura contemporánea y se unen en feliz síntesis para obtener los mejores resultados.

En palabras de Philipp Klais: “La organería es un oficio creativo y reclama una  constante consideración hacia todas las tradiciones. Un organero trabaja en y para su propio período de tiempo; su trabajo será sometido más tarde al juicio de la historia.”

Este libro tiene la intención de acompañarte alrededor del mundo de la organería, a través de Alemania, Europa, Asia y América. Edificios fascinantes, antiguos o futuristas, pequeñas iglesias o imponentes rascacielos, creados por hombres clarividentes y combinados siempre con el amor a la música y el amor al sonido, han hecho posible un órgano Klais único.