Hace pocos años que está presidida por esta imagen de la Virgen de la Esperanza. Es de piedra, esculpida a finales del siglo XIII. Su policromía es posterior. Representa, en realidad, a la Virgen apocalíptica, con el Niño Dios en su vientre, perseguido por el dragón. Pasó en muchas ocasiones a cerrar el árbol de Jesé. Originó, así mismo, el tipo de imágenes llamadas "abrideras", a modo de tríptico abierto que mostraba el fruto de sus entrañas. Finalmente, era bastante común representarla en el momento de la Anunciación, embarazada también, como creemos que es el caso presente, a juzgar por la filacteria que porta. Es una imagen lograda con gran realismo, muy querida por todos los leoneses.
En las vidrieras hay escenas de la vida de Jesús y de María. Todas ellas sufrieron profunda restauración el siglo pasado. El sepulcro del muro izquierdo pertenece al obispo Diego Ramírez (1 344-1354). Expresa la temática funeraria común.
Frente a esta capilla hay un fresco de Nicolás Francés, roto en el siglo XVIII para dar acceso al altar. En el hueco se colocó un lienzo del Ecce Horno, pintado por Neira en 1834. Suponemos que dicho lienzo intentó sustituir al original, en torno al cual se desarrolla toda la escena, que ocurre en el palacio de Pilato, mostrándose en todas las figuras un gran aire cortesano, rayando la caricatura.