Capilla de San Andrés
Se comunica con la anterior mediante arco carpanel construido por Juan de Badajoz el Mozo, entre los años 1533-1534. Su estilo es más avanzado, aunque la parte que da hacia la librería, con su greca de complicados trazados, sigue el mismo tipo de decoración que aquella. El arco se enmarca entre columnas abalaustradas, con toda la superficie cubierta de "candelieri", "puttis", niños con guirnaldas, etc. Todo nos habla ya del plateresco.
Sobre el muro del frente hay un valioso cuadro de san Andrés, pintado en el siglo XVII por Eugenio Cajes. En el del norte se encuentran empotrados dos hermosos relieves, correspondiéndose con los yacentes de Alfonso de Mansilla y su esposa, María Velázquez, patrocinadores de la Catedral.
Capilla del Nacimiento
En ella se guarda el magnífico escultórico que escenifica el misterio de la Natividad del Cristo. Sobre el portal, se reproduce un paisaje montañoso, escarpado, con arbustos, ovejas y cabras. Los pastores permanecen atentos a los ángeles que les anuncian la noticia. Todo está hecho con gran primor, conjugando el realismo flamenco con una perfecta idealización. Esta obra se hizo cuando los artistas centroeuropeos del siglo XV labraban la sillería del coro.
En el muro de la izquierda está enterrado el obispo Arnaldo, fallecido en 1253, según reza el epitafio.
Las vidrieras, aunque restauradas, son del siglo XIII. Aluden a san lldefonso y a san Pedro, a quienes estaba dedicada la capilla en aquella época. Figuran también otros dos obispos: uno suele identificarse con san Froilán, y el otro con san Hipólito. En una de las rosetas se representan peregrinos ante la iglesia de Compostela.
Capilla de San Alvito
Está frente a la capilla del Nacimiento. Lo construyó Juan de Badajoz el Mozo, por mandato del obispo Pedro Manuel, el año 1527; se trata de un altar-sepulcro, concebido a modo de un arco de medio punto sobre cuyo entablamento se encuentra la urna con las cenizas del santo. El fuste de las columnas se decora con temas vitícolas cuyos pámpanos arrancan del dios Baco, tumbado en la parte inferior. Son un precedente claro de la columna salomónica. Tienen extremada delicadeza los relieves del intradós de la Virgen, así como otras del entierro de Cristo, su descenso al limbo y la Resurrección. El altar oculta otras relacionadas con la vida del santo.
La urna del sepulcro es de tipo florentino, ovalada, con abundante decoración. La imagen de bulto que descansa sobre el altar es del siglo XV, representando a San Alvito.